Si hablamos de alcoholismo, hablamos de una enfermedad ocasionada por trastornos en el consumo de bebidas alcohólicas.
Se trata de una dependencia, caracterizada por la imposibilidad de dejar o de regular el consumo de bebidas alcohólicas, a pesar de que la persona sepa los sin números de inconvenientes y problemas que trae. Problemas de índole físicos, clínicos, cognitivos, emocionales, dificultades en los hábitos, desempeños laborales, sociales y fundamentalmente familiares.
Es una enfermedad crónica, que tiene tratamiento, un tratamiento que le da al paciente la oportunidad de vivir sin consumo de alcohol, de vivir con una mejor calidad de vida y que tiene un enfoque multidisciplinario, con asistencia medica, psiquiátrica, psicológica y con, en mi opinión, la indispensable participación del grupo de Alcohólicos Anónimos.
Si bien es una enfermedad difícil, en la que seguramente el paciente intento más de una vez y se comprometió sinceramente a dejar de tomar y no pudo hacerlo por si mismo. Hay herramientas que le dan la opción al paciente de tener una mejor calidad de vida, sin el consumo de bebidas alcohólicas.
Si vemos esto como un problema de salud, ante un problema de salud tenemos que poner todas las herramientas que tenemos a nuestro alcance, para tratarlo, para combatirlo.
Constituye una dependencia, al consumo de bebidas alcohólicas, que es un factor que está al alcance cotidiano del paciente, en toda oportunidad. Es la persona la que debe tener todas las herramientas para poder decir que no en el momento oportuno. En este NO Alcohólicos Anónimos constituye la excelente opción para poder asistir al paciente en esta decisión.